Crear x Crear

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domingo, 18 de marzo de 2012

El pasaje Gabarinni x Lucas Conti (Repetición)

Antes que nada pedir perdón por la repetición, pero el motivo es mostrarles con mucho agrado la ilustración que realizo mi amigo José Flores (gran ilustrador) con el cual estamos trabajando para un proyecto muy bueno. espero les guste y por aquí pueden ver algunos de sus trabajos http://www.facebook.com/JoseelnegroFlores Espero sea de su agrado!


El pasaje Gabarinni.


A mitad de cuadra en la calle Pellegrini al 1400, se encuentra un pasaje que la conecta con la paralela Hipólito Irigoyen, es el famoso pasaje Gabarinni. Es famoso porque se dice que es un pasaje sin salida. Es una cuadra en la que toda y cuanta persona camina por sus aceras o circula por su asfalto no sale del otro lado, queda atrapado ahí para siempre. Varios repartidores de diarios, basureros, moto deliverys, perros vagabundos, taxis y remisses, bondis de la línea 53 se comenta que allí quedaron.
Cuando éramos chicos con mis amigos nos parábamos un grupo del lado Este, sobre la calle Pellegrini y los restantes en el extremo opuesto en la Irigoyen, y hacíamos nuestros propios experimentos. Agarrábamos un pelota de fútbol número cinco bien inflada, poníamos a Raúl Roberto Romero más conocido como el cañón Romero, robusto centro delantero del club atlético 29 de octubre, obviamente su apodo devenía de la potencia con que le pagaba al esférico, pese a esto solamente convirtió un solo gol (no comprobado), y hacíamos que le pegara con toda la furia de su pierna zurda, la distancia que recorría con viento a favor normalmente era de unos 102.5 metros, o sea tendría que fácilmente llegar a la otra esquina y algo inesperado pasó, la pelota nunca llegó. No conformes con eso mandamos a nuestro corredor más ligero, Carlitos el Rayo Palacios, cuándo algo lo asustaba no lo alcanzabas ni con la lancha de Scioli, lo fuimos asustando todo el camino con historias de miedo y para rematarla cuando llegamos al extremo este del pasaje le chumbaron al perro de Olga Gladis Fortunatto, conocida como la llorona de la calle Pellegrini, y del susto que tenía arrancó a correr para el interior del pasaje y nunca más lo vimos aparecer, según nos contó su primo segundo Abel Ernesto Quiroga aparentemente en esa cuadra vivía su abuela, cosa que le quitaba algo de misterio al pasaje.
Semana tras semana veníamos con algún experimento nuevo, autos a control remoto, piedras lanzadas con una gomera, un frisbee, hasta uno una vez tuvo la pésima idea de tirar un boomeran, pero antes de entrar al pasaje se pegó la vuelta y terminamos llevando al Turco Nagel a la clínica que le dieran tres puntos en la sabiola.
Se supo más adelante mediante los datos del censo que en el pasaje vivían mil trescientas cuarenta y dos personas, claro está que estos datos no son a ciencia cierta ya que la censista que ingresó al pasaje nunca salió.

1 comentario:

  1. http://crearxcrear.blogspot.com.ar/search/label/Literatura.

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